La Coordinadora Verde critica la ausencia de democracia y la improvisación para la nominación del nuevo presidente de la Unión Europea.

Tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, la Unión Europea elegirá el jueves 19 de noviembre en Bruselas a su primer presidente del Consejo Europeo y el primer ministro de Asuntos Exteriores. Ante desafíos globales como el cambio climático, la Coordinadora Verde critica la ausencia total de democracia y de transparencia en la elección de estas figuras del nuevo tratado y lamenta la total improvisación de los Estados miembros, en detrimento de la construcción europea.

Según Florent Marcellesi, coportavoz de la Coordinadora Verde, "los Estados miembros y sus gobernantes ofrecen un espectáculo lamentable que aleja la Unión Europea del afán democrático que defendemos los verdes y ecologistas. Los líderes europeos tienen la oportunidad de transformar este momento en algo histórico para Europa, y la ciudadanía no sabemos nada: ni quiénes son los candidatos, que aparecen y desaparecen misteriosamente, ni cuál es su programa, ni sus ideas. Pero, sobre todo, estamos en una crisis económica y climática profunda, y elegir un presidente europeo y un ministro de Asuntos Exteriores es, a pocas semanas de la cumbre de Copenhague, más que un trámite administrativo. De cara a diciembre y a los próximos años, necesitamos una Europa fuerte capaz de llevar el liderazgo en la lucha mundial contra el cambio climatico ".

Sonia Ortiga, coportavoz igualmente de la Coordinadora Verde, explica que “ante este acontecimiento que marca el primer hito del Tratado de Lisboa, lamentamos la ausencia de preparación y transparencia. En vez de mercadeo y de negociaciones en la sombra, hubiéramos preferido un procedimiento claro por parte de la Unión Europea en el que se indicara el perfil de los candidatos y candidatas, los plazos para presentar candidaturas y la elaboración por su parte de un programa en relación con temas esenciales como pueden ser la gestión de la crisis económica o de los desafíos climáticos. Esta falta de improvisación se parece más a una voluntad deliberada para evitar que emerjan personalidades demasiadas fuertes, lo que va en detrimento de la construcción europea."