Ruidos por todos lados ¡hasta debajo del agua!

Los pájaros cantan de noche y de madrugada porque el ruido de la
ciudad no los deja comunicarse más y por eso tiene que esperar a que
nosotros los seres humanos hagamos un poco de silencio.

Ahora el ruido es bajo el agua, ¿cómo se detiene la barbarie humana?
¿Nadie ve lo que está sucediendo y estos son apenas informes
solitarios que leen unos pocos?
El dramático incremento del ruido subacuático generado por actividades
humanas está amenazando la vida de mamíferos marinos como ballenas y
delfines. Expertos reunidos, bajo el auspicio del Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), urgieron a los
gobiernos y a las industrias para que tomen medidas dirigidas a
disminuir los efectos de esa fuente de contaminación.

En 1956, el explorador marino Jacques Cousteau describía a los océanos
como “el mundo silencioso”. Desde entonces el ruido procedente de
embarcaciones, de la exploración petrolera y de sónares militares,
entre otras fuentes, está aumentando los niveles de ruido subacuatico
en forma dramática. Esta realidad constituye una amenaza para los
mamíferos marinos como las ballenas y los delfines que utilizan el
sonido para comunicarse, para buscar alimentos y para el apareamiento.

"Bajo el agua, los ruidos causados por el hombre ya están provocando
una especie de niebla acústica y una cacofonía de sonidos en mares y
océanos de muchas partes del mundo. Además ahora hay pruebas que
relacionan los ruidos subacuáticos fuertes con algunos varamientos
considerables de mamíferos marinos, en particular de ballenas picudas
que nadan a gran profundidad”, señaló Mark Simmonds, director
científico de la Sociedad para la Conservación de Ballenas y Delfines,
uno de los expertos que asistieron a la reunión de la Convención sobre
las Especies Migratorias (CMS), del Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA), realizada a comienzos de mes en Roma,
Italia.

Por su parte, el secretario ejecutivo del PNUMA- CMS, afirmó que el
cambio climático va a provocar que áreas del océano que alguna vez
fueron relativamente tranquilas y de difícil acceso, sean mucho más
ruidosas. "El retroceso del hielo en el Ártico está dando lugar a una
lucha por la perforación y exploración de petróleo y gas que es
probable que aumente la exposición al ruido subacuático para especies
como la beluga y la ballena de Groenlandia.

Durante la convención, se dio a conocer un informe titulado “Ruido
oceánico: bájenlo” que presenta un análisis sobre la contaminación
sonora en los océanos. El reporte, elaborado por el Fondo
Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), señala, entre otros
puntos, que la distancia a la que las ballenas azules se pueden
comunicar se ha reducido en un 90 % como consecuencia del aumento de
los niveles de ruido. Dice también que el ruido procedente de
embarcaciones en el Océano Pacífico se ha duplicado cada década,
durante los últimos 40 años, y se espera que la flota mundial se
duplique en tamaño en el año 2025.

Asimismo los autores del trabajo informan que los dispositivos
utilizados en las exploraciones sísmicas de petróleo y gas generan
sonidos que alcanzan hasta 259 decibelios y que pueden llegar a
recorrer más de 3 mil kilómetros desde la fuente. Se calcula que hay
alrededor de 300 sistemas de sónares navales en todo el mundo, capaces
de generar ondas sonoras de más de 235 decibelios y en la actualidad
están siendo desarrollados y desplegados nuevos equipos de baja
frecuencia.

La acidez de los mares

Uno de los trabajos científicos que fueron mencionados en la
conferencia organizada por el PNUMA, fue el realizado por
investigadores del Instituto de Investigaciones del Acuario de la
Bahía de Monterey de los Estados Unidos (MBARI). Según los resultados
de su investigación, publicada en octubre en Geophysical Research
Letters (revista de la Unión de Geofísica Americana), el aumento de
los niveles de acidez de los océanos –producto de la acumulación de
dióxido de carbono generado por la quema de combustibles fósiles-
produciría un cambio químico en el agua que reduciría su capacidad de
absorción de los ruidos de los océanos. De este modo el ruido
subacuático se extendería a mayores distancias en la actualidad.
“Las aguas de los océanos están atravesando una extraordinaria
transición en su composición química a un ritmo nunca antes
registrado”,Keith Hester, el autor principal del estudio agrega que
entre los numerosos cambios se debe considerar las modificaciones en
la acústica de los océanos.

De acuerdo con Ralf Sonntag, biólogo marino y director de IFAW
Alemania, además de la polución química, la caza de ballenas, y otras
actividades humanas, la contaminación sonora de los océanos puede
empeorar el hábitat de los animales marinos.

Los participantes de la conferencia de Roma urgieron a los Gobiernos y
a la industria a promover la adopción de motores menos ruidosos para
los barcos, e instruir regulaciones más estrictas para las
investigaciones sísmicas vinculadas al gas y el petróleo, así como
también sugerir a las armadas el uso de tecnologías de sonar menos
perjudiciales, reveló un comunicado de prensa de PNUMA.